El Caribe, más allá de sus resorts todo incluido, esconde destinos pioneros en turismo ecológico. Estas islas demuestran que es posible disfrutar del paraíso mientras se protege su frágil ecosistema.
1. Dominica: La Isla de la Naturaleza
Conocida como “la isla naturaleza”, Dominica ofrece termas volcánicas, bosques nubosos y el segundo lago hirviente más grande del mundo. Los eco-lodges como Jungle Bay usan materiales locales y energía renovable. El Sendero Waitukubuli, de 185 km, conecta comunidades rurales donde los visitantes aprenden sobre agricultura sostenible.
2. Islas Caimán: Santuario Marino
Las Caimán han creado áreas marinas protegidas donde el buceo con tiburones se realiza de forma responsable. El programa “Protect Our Future” educa a turistas sobre conservación. El Botanic Park alberga programas de rescate de la iguana azul, especie endémica en peligro.
3. Bonaire: Paraíso del Buceo Responsable
Esta isla holandesa fue pionera en proteger sus arrecifes (desde 1979). Todos los buceadores pagan una tarifa de conservación. Los resorts como Harbour Village tienen sus propios programas de restauración de coral. La energía proviene en gran parte de paneles solares y molinos de viento.
4. Santa Lucía: Volcanes y Cultivo Orgánico
Los visitantes pueden recorrer plantaciones de cacao orgánico o bañarse en aguas sulfurosas del volcán Qualibou. Fond Doux Holiday Plantation combina historia colonial con agricultura sostenible. Los pescadores locales ofrecen tours donde enseñan técnicas tradicionales de bajo impacto.
5. Islas Vírgenes Británicas: Navegación Ecológica
Paraíso de veleros, estas islas promueven el “bareboating” ecológico con embarcaciones solares. El Parque Nacional de los Arrecifes de Coral protege el 85% de la costa. Resorts como Necker Island funcionan completamente con energía renovable y tienen programas de cría de especies endémicas.
Consejos para un Caribe Verde
Al visitar estas islas: elige operadores con certificación Blue Flag, usa protectores solares sin oxibenzona, rechaza souvenirs de coral o conchas, y participa en programas de adopción de corales. Cada pequeño gesto ayuda a preservar estos frágiles ecosistemas insulares.